La variedad y desarrollo de herramientas digitales avanza indetenible en la medida en que las empresas amplían su horizonte. Sin embargo, al no conocer profundamente las capacidades de algunas plataformas o software, podemos cometer errores. No todos los programas disponibles representan una ventaja automática, de hecho, uno de los mejores consejos que podemos darte, es que hagas un diagnostico realista de lo que requieres. Así mismo, determinar las condiciones de operación o si existen compatibilidades con otras plataformas. En este artículo, te ofrecemos detalles sobre qué es ERP, así como las diferencias sustanciales con otras alternativas como los CRM.
Se trata de un recurso identificado por su nombre en inglés como Enterprise Resources Planning (ERP). Se le define como una herramienta de Back Office, esto significa que se relaciona fundamentalmente con los procesos internos de nuestra empresa. Se referencia inmediata no es con los clientes o con las ventas propiamente dichas. Por el contrario, su trabajo se refiere a la recopilación de informaciones interdepartamentales.
Como indicamos en el párrafo anterior, se trata de una herramienta para el manejo interno, sobre todo en los aspectos administrativos y de producción. Al respecto, toma datos generales de los factores que inciden en el proceso productivo, vertiendo información para la optimización de los mismos.
Si bien no se relaciona directamente con el área de ventas, si toma datos de esta para identificar cosas como niveles de salida, tendencias, periodización, entre otros. De esta manera podemos afirmar que los ERP tienen como finalidad básica, optimizar los procesos de la organización para hacerlos más eficientes. Su labor es centralizar informaciones para realizar una gestión verdaderamente integral de todos los aspectos empresariales.
Por tratarse de control interno en la empresa, se relacionan fundamentalmente con áreas como:
Si nos guiamos por lo que pueden hacer por nuestra empresa, podemos establecer sus ventajas y utilidades. A saber:
Una de las confusiones más comunes entre los pequeños empresarios que no están familiarizados con este tipo de herramientas, se relaciona con otras plataformas que parecieran hacer lo mismo. Es el caso de los CRM (Customer Relationship Management). Como su nombre indica, se refieren a una herramienta para la gestión front office, es decir, externa.
El trabajo de los CRM básicamente es gestionar todo lo relacionado con el trabajo de atención a los clientes. Así mismo, ejecutan actividades para el manejo externo relativo a nuestros productos o servicios. En función de estas características, permite una relación directa con los clientes o usuarios y su finalidad es la fidelización, las ventas y la construcción de una cartera de clientes sólida.
Como podemos observar, básicamente es una herramienta para trabajo externo, a través de la cual podemos orientar nuestras decisiones en el marketing. Entre sus diversas funciones, se cuentan la automatización de procesos de atención y ventas. Así mismo, el procesamiento de datos de clientes, tanto efectivos como potenciales. Además, permite desarrollar actividades de captación digitalizada y altamente efectiva. Es una herramienta comprobada y muy útil en toda instancia.
Es otro de esas preguntas frecuentes, precisamente por la confusión que se presenta entre ambos términos. Una vez que sabemos que unos funcionan hacia adentro y otros hacia afuera de la empresa, debemos pensar en su utilidad. El tamaño de la empresa es un factor a tomar en consideración para ambos casos, pero particularmente los ERP, son más funcionales cuando las organizaciones son más grandes.
Otro aspecto limitante de los ERP es que en la medida en que la organización es más compleja, se requiere de personal especializado para su manejo adecuado. Sin embargo, es limitante, solo desde el punto de vista financiero.
Por el contrario, los CRM pueden funcionar en versiones incluso gratuitas en función de las necesidades de la empresa. Y si, es una alternativa factible contar con ambas herramientas que pueden llegar a ser complementarias. Finalmente, como te indicamos en los párrafos anteriores, es básico identificar tus requerimientos. Sin embargo, siempre es positivo contar con asesoría, no solo para la determinación de necesidades, sino para la implantación final.
En el vídeo explican la diferencia entre los dos. Créditos a Simplificando.